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¿Podría la Tierra ser un zoológico extraterrestre?

La Isla Sentinel del Norte es un lugar donde una tribu que se separó del resto de la civilización hace más de 60 mil años y que actualmente es estudiada a distancia como si se tratara de un zoológico.

Pero... así como nosotros estudiamos a los habitantes de la Isla Sentinel del Norte como si se tratara de un zoológico, ¿sería posible que una raza extraterrestre mucho más avanzada que nosotros estuviera estudiando a la raza humana como si se tratara de un zoológico?

¡Quédate para averiguarlo!

El documental:

https://youtu.be/Py3ySIWxe_s

¿Es la Tierra un Zoo Extraterrestre?:

Isla Sentinel del Norte

La Isla Sentinel del Norte es una pequeña isla en la Bahía de Bengala, en el Océano Índico. Esta isla forma parte del archipiélago de las Islas Andamán, que pertenece a la India. Lo que hace que la Isla Sentinel del Norte sea única es que está habitada por una tribu indígena conocida como los sentinelenses, que han vivido aislados y prácticamente sin contacto con el mundo exterior durante aproximadamente 60 mil años.

En teoría, la isla pertenece al distrito administrativo de South Andaman, parte del territorio de la unión india de las Islas Andamán y Nicobar. Sin embargo, las autoridades indias reconocen el deseo de los isleños de vivir sin contacto con el mundo.

Las leyes indias no se aplican a los sentinelenses, que gestionan sus asuntos internamente. Por lo tanto, la isla puede considerarse una entidad soberana de facto bajo protección india, ya que los propios sentinelenses no son conscientes de la existencia de dicho país ni de su pertenencia a él.

Dado que los sentinelenses no realizan, en la práctica, ninguna actividad aduanera ni mantienen relaciones con nadie fuera de la isla, estas potestades que asume la India son más teóricas que reales, ya que los habitantes de la isla nunca han acordado nada con nadie.

La tribu sentinelesa es conocida por su hostilidad hacia los forasteros y su resistencia a cualquier forma de contacto exterior. Han rechazado en numerosas ocasiones los intentos de acercamiento por parte de exploradores, pescadores y autoridades indias.

El gobierno indio ha establecido una política de aislamiento voluntario y protección de los sentinelenses para preservar su cultura y protegerlos de posibles enfermedades que podrían devastar su población, ya que no tienen inmunidad a enfermedades comunes como la gripe o el sarampión.

Debido al peligro que supone acercarse a la Isla Sentinel del Norte y a la política de aislamiento establecida, la isla es uno de los lugares más inaccesibles y misteriosos del mundo. El acceso a la isla está prohibido por ley, y las autoridades indias han establecido una zona de exclusión para proteger a los sentinelenses y a cualquier persona que intente acercarse.

¿Por qué se ha decidido dejar a esta tribu en paz? Se ha decidido dejar a los habitantes de la isla en paz porque cualquier contacto con la civilización moderna podría suponer un riesgo mortal para ellos y para cualquiera que intente acercarse a ellos. A lo largo de la historia, ha habido varios encuentros con los habitantes de esta isla, algunos de los cuales son:

1880: El barco británico "Rifleman" se acercó a la isla Sentinel del Norte y el capitán del barco dejó regalos en la playa antes de partir. Más tarde, se vio a un grupo de sentinelenses rompiendo y aplastando los regalos, lo que sugiere que no fueron aceptados.

1896: El gobierno británico envió una expedición dirigida por Maurice Vidal Portman para intentar establecer contacto con los sentinelenses. La expedición fue esencialmente un fracaso y resultó en la captura de varios sentinelenses, que fueron llevados a la isla principal de las Andamán. Sin embargo, los sentinelenses capturados pronto enfermaron y se decidió devolverlos a su isla de origen.

1970: Durante la década de 1970, las autoridades indias realizaron viajes ocasionales a North Sentinel en un intento de ganarse la amistad de la tribu. Suelen organizarse a petición de líderes en busca de aventuras.

En una de estas expediciones, dejaron dos cerdos y una muñeca en la orilla, pero más tarde, los sentinelenses cazaron a los cerdos con sus lanzas y los enterraron junto con la muñeca, lo que indica que los regalos no fueron aceptados. Estas visitas se volvieron más regulares en la década de 1980.

Los equipos trataron de aterrizar en lugares fuera del alcance de las flechas y dejaron regalos como cocos, plátanos y trozos de hierro. A veces, los sentinelenses parecían hacer gestos amistosos; otras veces, tomaban los regalos y los llevaban a la jungla y luego disparaban flechas al grupo, tratando de establecer contacto.

Aparentemente, en 1991, parece que hubo un gran avance. Cuando los investigadores llegaron a North Sentinel, la tribu les indicó que les trajeran regalos y luego, por primera vez, se acercaron sin sus armas. Incluso se metieron en el agua y se acercaron a los barcos para recoger más cocos.

Sin embargo, este contacto amistoso no duró mucho. Aunque los viajes de entrega de regalos continuaron durante algunos años, los encuentros no siempre fueron amistosos. Los sentinelenses a veces apuntaban sus flechas al grupo, tratando de establecer contacto, y en una ocasión, atacaron un bote de madera con sus azadones (hachas de piedra para cortar madera).

Nadie sabe por qué los sentinelenses abandonaron y luego reanudaron su hostilidad hacia las misiones de contacto. Sin embargo, muchos investigadores creen que es probable que después del primer acercamiento, algunos sentinelenses enfermaran y murieran al contraer la gripe o el sarampión, lo que provocó que los isleños desconfiaran de los regalos y volvieran a su rechazo y hostilidad.

En 1996, se pusieron fin a las misiones regulares de entrega de regalos, ya que muchos investigadores comenzaron a cuestionar la lógica de intentar contactar con personas que están sanas y contentas y que han vivido prósperamente de forma independiente durante más de 55.000 años. El contacto amistoso por sí solo tuvo consecuencias devastadoras, y el contacto prolongado con los sentinelenses casi con toda seguridad habría tenido consecuencias trágicas.

En los años siguientes, solo se realizaron visitas ocasionales. Después del tsunami de 2004, los investigadores realizaron dos visitas para verificar, desde la distancia, que la tribu parecía estar sana y no había sufrido de ninguna manera por los estragos del tsunami. También confirmaron que las hostilidades continuaban porque cuando sobrevoló la isla en helicóptero, fue recibido con flechas de sus habitantes.

India declaró entonces que no intentaría nuevos contactos con los sentinelenses. La isla Sentinel del Norte y sus habitantes, que han evolucionado totalmente aislados del resto de la civilización, no quieren ni necesitan establecer relaciones con nosotros. Sin embargo, aunque ellos no quieran saber nada de nosotros, nosotros sí queremos saber mucho de ellos.

Es probable que entre los habitantes de la isla, algunos curiosos se pregunten de dónde vienen esos hombres que se visten con ropas tan coloridas en esos barcos que pueden cruzar el océano. Los sentinelenses no pueden producir fuego, pero se sabe que pueden manipularlo. Cuando un rayo cae y produce fuego, pueden alimentarlo y mantenerlo durante largos períodos, pero una vez que se apaga, no pueden generarlo de nuevo.

Tal vez, después de muchos años desde el último contacto con nuestra civilización, los miembros más jóvenes de la isla vean ocasionalmente luces a lo lejos de barcos que pasan a cientos o miles de kilómetros de distancia y se pregunten cómo podemos atrapar la luz del sol en pequeños espacios para iluminarnos de noche.

Durante décadas, varios barcos naufragaron en la isla y la mayoría de ellos contenían metal, que hoy se sabe que ha sido utilizado para endurecer las puntas de sus flechas. Esto es algo paradójico, ya que aunque hemos hecho grandes esfuerzos para mantener a los miembros de la isla aislados del resto de la civilización, les hemos proporcionado indirectamente materiales y tecnologías que, en situaciones cotidianas, nunca habrían tenido.

En el caso de la humanidad, primero dominamos el fuego y luego comenzamos a producir metal a partir de procesos mucho más complejos. Sin embargo, los sentinelenses están tomando ese camino a la inversa, teniendo metal a su disposición sin dominar primero el fuego. Hemos cambiado involuntariamente la forma en que continúan evolucionando y la forma en que ven el mundo.

Los miembros más curiosos de la isla pueden mirar ocasionalmente al cielo para contemplar las estrellas y se sorprenden de que, de vez en cuando, un tren de estrellas que se mueven una tras otra cruce el cielo, y todos los días también logran observar estrellas mucho más coloridas que parpadean y se mueven rápidamente en direcciones aparentemente aleatorias.

No saben que esas estrellas extrañas no son estrellas, sino creaciones de la humanidad, específicamente satélites y aviones, tecnologías que ni siquiera pueden imaginar.

Podemos fotografiar la isla desde el espacio con satélites artificiales u observarla con binoculares, gracias a la tecnología moderna. También tenemos tecnología para escuchar lo que sucede en la isla y cámaras para fotografiar lo que hacen.

En este sentido, ¿podríamos decir que la isla Sentinel del Norte es un zoológico humano?

Aunque suene algo cruel, visto desde un punto de vista científico, probablemente lo sea, ya que los zoológicos son lugares donde se mantiene a una especie específica aislada y bajo observación, tratando en la medida de lo posible de no interrumpir su comportamiento natural, o si es posible, estudiarlo sin que se dé cuenta.

Los sentinelenses son humanos aislados en una isla que custodia una nación, donde siempre podemos saber quién entra y quién sale; podemos observarlos cuando queramos y estudiar su comportamiento todo el tiempo. Además, ellos no saben que están siendo observados y estudiados por nosotros.

Así que la pregunta es... ¿Sería posible que, al igual que nosotros estudiamos a los sentinelenses sin que ellos se den cuenta, una raza extraterrestre pudiera hacer lo mismo con los humanos sin que nosotros nos diéramos cuenta? Puede sonar descabellado, pero recordemos que hay muchas cosas en el universo que no entendemos; nuestra tecnología aún no nos permite observar con detenimiento lo que ocurre en cada planeta de cada estrella de toda la galaxia.

¿Y si, al otro lado de la Vía Láctea, hay una civilización alienígena de tipo 2 en la escala de Kardashev que se encuentra actualmente en proceso de convertirse en una civilización de tipo 3 y ha designado a la Tierra como un zoológico para estudiar la vida durante miles de millones de años?

En ese caso, esta civilización habría designado un sector de la Vía Láctea como un enorme zoológico formado por miles de estrellas. Todas las estrellas de ese sector, incluido el Sol, formarían parte de ese enorme zoológico, que es propiedad de esta civilización extraterrestre con tecnología para observar lo que ocurre en cada planeta simultáneamente.

Al igual que en la isla Norteamérica Sentinel, la civilización humana se gobierna a sí misma, pero al mismo tiempo, forma parte de un conglomerado de estrellas con un dueño y un nombre; podríamos estar dentro de ese enorme zoológico, pero no nos damos cuenta.

Una civilización suficientemente avanzada podría estudiar todo el tiempo lo que ocurre en nuestro sistema solar y con precisión lo que ocurre en nuestro planeta sólo para ver cómo evoluciona la raza humana, y no podríamos notarlo ya que no quieren ponerse en contacto con nosotros; sólo quieren observarnos y estudiarnos sin interrumpir nuestra evolución como especie, al igual que hicimos con los sentinelenses.

Si la Tierra fuera un zoológico, entonces seríamos como los sentinelenses, una civilización observada, estudiada y posiblemente incluso protegida por esa civilización mucho más avanzada que no quiere ponerse en contacto con nosotros por nuestra seguridad.

¿Podría ser que, al igual que nosotros tenemos enfermedades que podrían diezmar la población de la isla Norteamérica Sentinel, una raza extraterrestre tuviera enfermedades que podrían diezmar toda la raza humana?

¿Podríamos hacer algo para determinar si estamos siendo observados?

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