Volterio, compañía que tiene el apoyo de Continental, está desarrollando un robot-cargador automatizado con conexión física.

Existen dos tipos de recarga:

- Estaciones clásicas, a las que hay que enchufar físicamente el vehículo mediante cables.
- Sistemas de carga por inducción, en los que basta con colocar el coche sobre una base para que comience a cargarse la batería. Es más práctica pero más ineficiente y lenta.

Con Volterio se hace una mezcla de los dos sistemas. El coche eléctrico lleva instalado un robot oculto en los bajos que se encarga de llevar a cabo la conexión física con la base de carga.
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Según la compañía el robot podría instalarse en modelos eléctricos antiguos.

Al mercado llegarán dos variantes:

- Pensada para aparcamientos doméstico, con una potencia de 22 kW
- Otra para estacionamientos públicos, donde las paradas son más cortas, con 40 kW.

“Nuestro robot de carga es un paso real para hacer que la movilidad eléctrica sea más conveniente y adecuada para el uso diario”, comenta Christoph Falk-Gierlinger, director gerente de Continental Engineering Services. “Con Volterio tenemos el socio ideal para desarrollar una solución eficiente y simple para cargar vehículos eléctricos. A través de esta cooperación, estamos combinando la creatividad y la flexibilidad de una empresa joven con la experiencia en desarrollo y la experiencia en automoción de Continental”.

De momento se trata de un prototipo, pero está previsto que para mediados de año ya se presente el modelo de producción definitivo. El objetivo es comenzar la producción en masa en 2024.
https://prozesa.com/?p=1617

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