Koenigsegg ha mostrado su pequeño y ligero motor eléctrico Quark que podría instalarse en cualquier vehículo eléctrico.
En principio el motor ha sido diseñado para el superdeportivo Koenigsegg Gemera, que dispone de 4 plazas y 1.724 caballos. Es un híbrido enchufable con 3 motores eléctricos y uno de combustión.
Es un motor que combina el flujo radial (útil para proporcionar potencia) y el flujo axial (bueno en par). A esta tecnología la han denominado Raxial Flux y permite la mejor relación par-potencia-peso, según comunica Koenigsegg.
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El eje dentro del motor está fabricado con acero 300M que se utiliza en vehículos de alta competición y en partes clave de los aviones. El sistema de refrigeración es de enfriamiento directo por una mayor eficiencia y diseño más compacto al tiempo que se ha empleado la fibra de carbono para algunas partes.
"No solo superamos los desafíos del Gemera, sino que también superamos los objetivos de hacerlo más liviano y pequeño que cualquier motor eléctrico de esta clase", según András Székely, al frente del desarrollo de motores eléctricos. "La primera versión de producción pesa solo 30 kilogramos, produciendo hasta 600 Nm de par y 250 kW de potencia . Sin los accesorios de transmisión del Gemera, el Quark puede bajar de peso por debajo de los 28,5 kilogramos".
Su relación par-potencia-peso puede aplicarse en otro terrenos como por ejemplo los aviones.
"Esto significa que, cuando se usa el Quark en aplicaciones marítimas, en aviación o en VTOL , no hay necesidad de una transmisión reductora, sino que se puede lograr una transmisión directa. Gracias a que las revoluciones por minuto del motor son correctas desde el primer momento", prosigue Christian von Koenigsegg, CEO y fundador de la marca.
Una maravilla de la ingeniería.
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