Colonizar la Luna, el único satélite natural de la Tierra, está presente en muchas películas y novelas de ciencia ficción: pensemos, por ejemplo, en Arthur C. Clarke, quien, antes de hacerse famoso como guionista con "2001: A Space Odyssey" junto con Stanley Kubrick, escribió "La exploración de la Luna", una de las primeras novelas en proponer la construcción de una base lunar con criterios científicos, consistente en módulos inflables recubiertos de regolito para aislarlos y proteger a los ocupantes de la radiación. Clarke también describe la construcción de cúpulas cada vez más grandes, de un generador de aire basado en algas, de un reactor nuclear para la generación de energía, de cañones electromagnéticos capaces de lanzar al espacio el material a transferir a las naves espaciales en una órbita cislunar halo casi rectilínea, es decir, un tipo de órbita lunar con perilunio (el punto de la órbita más cercano a la Luna) a 3000 kilómetros de la superficie lunar y ap
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